La Visita de Pietro Gori a Chile (1901)




      by Magno Espinosa & José Antonio Gutiérrez D.

El siguiente artículo, ha sido transcrito de una importante publicación anarquista de inicios del siglo XX, El Ácrata, dirigida por uno de los fundadores del movimiento libertario criollo, Magno Espinosa. Es una biografía de Pietro Gori, un destacado abogado anarquista italiano que defendió a muchos anarquistas ante las Cortes y quien también publicó varios folletos de propaganda anarquista. Él también se embarcó en varias giras de agitación, organización y propaganda y en una de ellas, desembarcó en tierras chilenas, teniendo una positiva influencia sobre el movimiento que recién comenzaba a organizarse en ese país. La introduccion al artículo, fue utilizada en la Revista Hombre y Sociedad No. 20, de fines del 2006, como introducción a otra biografía de Pietro Gori, aparecido originalmente en Umanita Nova en 1985 y reproducido en el boletín de la librería social Kate Sharpley (Inglaterra, No.19, Junio de 1999). Originalmente, esta biografía sería publicada anexa en la revista; desafortunadamente, problemas de espacio impidieron que apareciera entonces.

Imagen de Pietro Gori con poncho, tomada en Argentina durante su estadía en ese país (1898-1901)
Imagen de Pietro Gori con poncho, tomada en Argentina durante su estadía en ese país (1898-1901)

PIETRO GORI EN CHILE
Entre Abril y Mayo de 1901, Pietro Gori viajó a Chile, junto al pintor italiano Angel Tomassi. Perseguía un doble propósito: por una parte, venía a estudiar las condiciones de las cárceles en Chile y a enterarse del estado de la criminología en este país, y por otra, a dar conferencias sobre la causa anarquista. Los medios de prensa anarquistas de la época hablan entusiastas de la visita de esta prominente figura del anarquismo, profesor de criminología de la Universidad de Buenos Aires, luchador de fama internacional, muchos de cuyos textos circulaban por aquel entonces entre los círculos libertarios.

Llegaron por el sur, pasando por la Patagonia y Tierra del Fuego. Luego arribaron a Coronel (desde donde Gori se contactó por correo con los grupos anarquistas de Santiago, agrupados principalmente en las sociedades en resistencia y en los varios periódicos que circulaban), de ahí pasaron a Talcahuano, donde el “Dr. Gori”, como lo llamaban los periódicos libertarios de la época, daba una conferencia, y de ahí se encaminaban a Valparaíso, donde dio una serie de conferencias. Después fueron a Santiago, en donde dio dos conferencias, que se encuentran detalladas en el periódico anarquista “La Campaña” (“Las Conferencias de Gori”, M. Montenegro, nº14, primera semana de Mayo, 1901): La primera, el Sábado 13 de Abril, en el local de la Sociedad de Artesanos, “repleto de trabajadores, anarquistas en su mayor parte”, la cual se tituló “El presente y el porvenir económico de los trabajadores”. Ésta trató sobre la historia de la opresión y de la explotación, hasta llegar a su moderna forma asalariada, las cuales debían desaparecer del todo tras la Revolución Social. Luego, el Sábado 20 del mismo mes, expuso en el Teatro Lírico, una conferencia sobre “La Guerra y la misión histórica del siglo XX”, la cual era un llamado a combatir los ejércitos y a luchar por la paz entre los pueblos.

Su visita no pasó desapercibida a los medios de prensa burgueses, quienes como es frecuente, iniciaron una campaña de calumnias en contra del “Dr. Gori”. Hecho que es convenientemente denunciado por Tomás Díaz M. en un artículo titulado “El doctor Pedro Gori i sus calumniadores” (El Ácrata, año II, nº4, segunda quincena de Mayo de 1901). En él, hace una enérgica defensa de Gori, en contra de las calumnias lanzadas por el periódico La Lei (10 de Mayo de 1901), quienes intentan vincular a Gori y a Tomassi con un robo de cuadros del salón de Bellas Artes, a la vez que dicen que Gori y su acompañante “sujetos peligrosos afiliados al anarquismo” venían en un viaje de reclutamiento de individuos para hacer atentados en contra de los “soberanos europeos” (!). También ataca a El Mercurio (para que se vea que la vocación de mentiroso de este pasquín burgués tiene una larga historia), el cual el día 11 del mismo mes, atacaba al anarquista italiano.

La visita de Gori significó un importante hito para los anarquistas criollos y seguro que su presencia en nuestras tierras fue un importante estímulo para los incipientes núcleos libertarios que comenzaban a desarrollarse en el mismo seno de la clase obrera, dándole sus primeras expresiones orgánicas de lucha en las sociedades en resistencia.

Publicamos aquí un artículo escrito por Magno Espinosa para “el Ácrata”, año II, nº3, primera quincena de Abril de 1901. El artículo original está escrito con la ortografía vigente en esos años, la cual fue cambiada a la actual para facilitar su lectura.
José Antonio Gutiérrez D.
2001


PEDRO GORI
Desde hace varios días tenemos la satisfacción de tener entre nosotros al infatigable luchador y propagandista de las ideas libertarias el doctor Pedro Gori, uno de los más ilustrados miembros del foro italiano y argentino, y profesor de criminología de la Universidad de Buenos Aires.

Nació Gori en Messina, isla de Sicilia (Italia) el año 1867. Desciende de una familia aristocrática; su padre, un viejo coronel de artillería, quiso educarlo desde su juventud en la carrera de las armas, lo que contrariaba grandemente el espíritu humanitario, recto y libre del niño estudioso e inteligente.

A los 18 años de edad, Gori, además de colaborar en diversos periódicos y revistas italianas, fundó el valiente periódico Sempre Avanti, que en varias ocasiones fue molestado por la policía.

Poco después dió a luz un magnífico folleto de propaganda revolucionaria, titulado Pensieri Libelli, que le valió una acusación por delito de imprenta. A la defensa del acusado, acudieron los ilustres abogados Muratori, Ferri y Panattoni, los que después de brillantes alocuciones, consiguieron inclinar en favor de Gori el criterio del tribunal. A esta vista había asistido una gran multitud de estudiantes universitarios, entre los cuales Gori gozaba de gran estimación, y gente del pueblo, la que prorrumpió en entusiastas manifestaciones de simpatía al conocer la resolución que absolvía al joven escritor.

Concluídos sus estudios de derecho en la Universidad de Pissa en 1880, presentó su tésis para obtener el título de abogado sobre el tema Miseria y Delito, la que vino a engendrar una verdadera revolución entre los criminalogistas contemporáneos, siendo atacado por los espíritus conservadores y felicitado por los más notables hombres de ciencia de Italia, la patria del derecho.

Titulado que fue doctor en leyes, se dedicó de lleno y con más ardor a la propaganda en favor de la redención de los oprimidos, dando conferencias, colaborando en periódicos y en las principales revistas científicas del mundo, escribiendo folletos y libros entre los que se cuentan Povertá e Delinquenza, Veglie Libertaire, L´Arte Sociale, Sociolojia Anarchica y otras que todavía permanecen inéditas.

Pero la propaganda de Gori no se ha circunscrito al libro, a la tribuna; no, también ha llegado hasta el teatro, y entre los que hasta hoy se han presentado con más éxito y han merecido los honores de la crítica, están los dramas Proximus tuus, Primo Maggio, Senza Patria, L´Ideale, Due Ladri i Gente Onesta, Il 93, I cavallieri de la Morte, que están inéditos. Ha escrito, además, un hermosísimo poema en el que se deja ver la figura del escritor científico y del poeta fino y elegante; este poema se titula Alla conquista dell´avvenire, y fue secuestrado por la autoridad.

En 1890, preparábanse los obreros livorneses para celebrar dignamente la universal fiesta del trabajo, (1º de Mayo) y Gori se había ofrecido para dar una conferencia en dicha fiesta, cuando la autoridad lo hizo arrestar declarándolo uno de los responsables de que las clases trabajadoras en esos días se hubieran declarado para sí el descanso general. Conocida que fue la noticia del arresto de Gori, acudieron a defenderlo sus amigos, ilustres abogados, pero a pesar de las brillantes defensas hechas por defensores y acusado, fue éste condenado a un año de prisión, con todo el cortejo de vigilancia, inhabilitaciones, etc.

Poco faltaba ya a nuestro amigo para cumplir su condena, cuando la Corte de Casación de Roma lo declaró absuelto.

Salido que hubo en libertad, se trasladó a Lugano, donde tomó parte en el Congreso Socialista Anárquico, junto con los más activos propagandistas de las ideas libertarias; tomó parte también en un comicio celebrado en Milán el 11 de Abril de 1891, en que estaban representadas Italia, Francia, España y Rusia, y en la que se afirmaron una vez más las sublimes teorías de la Asociación Internacional de los Trabajadores, que tan buena semilla esparciera en el campo proletario.

Fue representante de varias sociedades obreras en el primer Congreso Obrero celebrado en Milán en Agosto del mismo año 91. En este Congreso planteó con gran fuerza de argumentación y claridad de ideas la norma de conducta que deben seguir los trabajadores en la lucha por su emancipación.

Después Gori empezó una activa propaganda de agitación en toda Italia; fundó con otros compañeros una revista científica titulada “La Lotta Sociale” y el periódico “L´Amico del Popolo” los que desde su aparición fueron objeto de las persecuciones policiales, secuestrando ediciones completas e instruyendo procesos. En uno de éstos se dejó conocer por sus notables cualidades de orador jurídico, en una brillantísima defensa hecha al gerente del periódico, la que duró dos días, valiéndole la absolución del procesado.

En esta gira de propaganda por las provincias de Italia, fue varias veces procesado por sedicioso y revolucionario, siendo siempre absuelto, debido a la inteligencia y energía con que defendía los cargos que se le hacían.

En este tiempo fue cuando defendió en el tribunal de Génova en aquel famoso proceso que se le siguió a Galleani y otros compañeros anárquicos acusados como miembros de una asociación de malhechores; esta defensa, ha sido impresa en forma de folleto y traducida a casi todos los idiomas del mundo.

Poco después tuvo que huír de Italia a causa que el Congreso discutía una ley contra los anarquistas, y con otros compañeros se refugió en Suiza, siendo condenado en ausencia a cinco años de “domicilio coatto”.

Fijó su residencia en Lugano (Suiza) y precisamrente aquí no debía concluír la obra del propagandista; no podía él permanecer impasible ante la encarnizada lucha de clases que entonces se desarrollaba y aún está pendiente; no quiso hacerse reo junto con la burguesía, ante los ojos de la humanidad, así fue que Gori empezó nuevamente a rasgar las tinieblas de la ignorancia con su pluma y su palabra. Siguió con esto una vivísima agitación en ese país; el elemento italiano refugiado ahí secundaba admirablemente la labor de Gori, de manera que en poco tiempo se convirtió Lugano en un verdadero foco de propaganda revolucionaria; la autoridad italiana empezó a mandar espías con el objeto de alterar el orden en esa región, y una noche al retirarse a su casa con varios compañeros, fue atacado a balazos por un espía pagado por la policía italiana. Quizás hubiera sido ultimado, sino es que debido a su serenidad y sangre fría pudo de la misma manera repeler el ataque, de cuyo encuentro, resultó con una herida insignificante.

Los infames propósitos de la tiranía de la “Casa de Saboya” no pararon aquí; siguió con más bríos en su indigna labor, mandando agentes perturbadores, e ideando las hoy trilladas conspiraciones anarquistas, hasta conseguir que el Gobierno de la federal Suiza, expulsara de su territorio al enemigo declarado de la injusticia social.
En Enero del año 1895 salía Gori con 17 honrados y laboriosos trabajadores expulsados del ideal país de la libertad, del que sirve de ejemplo al mundo burgués para engañar a los pueblos copiando sus constituciones y sus leyes comunales, esto es la renombrada Federación Suiza.

Pasaron entonces a Basilea, Strasburgo, Germania y Metz, de donde también fueron expulsados; dirigiéronse en seguida a Bruselas encontrándose allí con el más inteligente de los geógrafos del mundo, el anciano Eliseo Reclus, quien lo presentó a la Universidad de ese país, de donde fue invitado a hacer clase de Sociología Criminal, compromiso que no pudo cumplir a causa de una grave enfermedad que contrajo poco después de haber llegado.

Apenas restablecido, recibió orden de abandonar el territorio. Esta orden fue dictada cediendo a presiones ejercidas por el gobierno italiano, quien a toda costa trataba de sacrificar al valiente sociólogo.

Expulsado que fue casi de toda Europa, se vio obligado a navegar cerca de dos años, recorriendo la mayor parte del mundo, hasta que pasando por Nueva York fue llamado por los trabajadores e invitado a dar conferencias en los distintos estados de esa Unión. En esta gira recorrió la mayor parte de los Estados Unidos dando, en menos de dos años, 280 conferencias, colaborando además en varios periódicos y revistas yanquis y europeas y dejando, al retirarse, planteada una buena propaganda.

Fue en seguida nombrado representante al Congreso Internacional Obrero celebrado en Londres el año 1896, por varias asociaciones obreras. Una vez terminado el Congreso, proyectaron con Luisa Michel una nueva gira de propaganda por los Estados Unidos, cuando un gravísimo ataque cerebral, debido al exceso de trabajo intelectual, puso en peligro su vida y desbarató tan hermoso como humanitario proyecto.

Apenas repuesto de su enfermedad, pasó a Hamburgo, Berlín y Dresde, de donde también fue expulsado, yéndose en seguida a Austria-Hungría, deteniéndose en Praga, Viena y Budapest, donde nuevamente cayó enfermo a causa de la gran labor de propaganda efectuada en todas estas ciudades.

Habiéndose dictado una amnistía en Italia sobre los sucesos políticos, volvió Gori a Milán, donde abrió su estudio de abogado y empezó nuevamente su labor en defensa de los desheredados.

Allá por el estío del 98, cuando el pueblo milanés aguijoneado por el hambre, se levantó proclamando su derecho a la vida, encontró a Gori siempre firme y decidido en el terreno de la revolución. Cuando la tiranía saboyana ahogó en sangre tan grandioso movimiento, varios de los principales compañeros se vieron obligados a huír de la zaña autoritaria, y entre ellos estaba Gori, que en rebeldía fue condenado a 21 años de presido y domicilio coatto.

Salido de Italia, pasó por Francia, España y Estados unidos y en seguida a la capital argentina, donde abrió su estudio de abogado. Aquí, como en todas partes, inició una gran labor de propaganda, pasando a varias otras provincias y también a Montevideo, dando en varias ocasiones dos conferencias en un día, de dos, tres y cuatro horas cada una.

Abrió en la Universidad de Buenos Aires un curso de criminalogía comparada, que fue clausurada por el gobierno y reabierta nuevamente; es fundador y redactor de “Criminalogía Moderna” primera y única revista que sobre la materia vé la luz en la América. Es además colaborador científico de varias publicaciones bonaerenses, como ser de las importantes revistas “Ciencia Social” y “Caras y Caretas”, y de los periódicos “L´Avvenire”, “La Protesta Humana”, “El Rebelde”, etc., etc.

Actualmente está en Chile, en viaje de estudio, donde además de dar varias conferencias científicas, visitará las cárceles y presidios, para recoger datos para sus libros que sobre Criminalogía y otras materias publicará próximamente.

Pedro Gori es uno de esos talentos privilegiados que honran a la humanidad y a la causa que defienden; es apreciado hasta por sus mismos adversarios políticos, quienes ven en él, no al propagandista revolucionario, sino al filósofo, al científico y al notable orador.

Nosotros saludamos al infatigable luchador de la emancipación humana, al defensor de los hambrientos y oprimidos, al hombre simpático y de bien, al compañero y al amigo, como también a su digno acompañante que viene en excursión artística, el célebre pintor italiano, señor Ángel Tomassi, profesor de la Academia de Bellas Artes de Florencia.


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